Rodada durante cuatro días por curso durante 12 años, Boyhood es la
película del año. Responsable por la trilogía Antes del Amanecer, Richard Linklater invierte una vez más en un buen guion, con escenas
dramáticas y divertidas, y con diálogos extraordinarios.
Es la historia de la juventud de un
chico. Los padres (Patricia Arquette e Ethan Hawke) de Mason (Ellar Coltrane)
están separados y él vive con su madre y su hermana (Lorelei Linklater, hija
del director). El joven tiene que lidiar con la ausencia de su padre, con las
problemáticas relaciones amorosas de su madre, el primer amor y la primera
cerveza. Es decir, con la vida.
El argumento no es muy novedoso y
es sencillo, pero ahí está lo interesante. Es sobre los problemas de un joven
común y en sus 165 minutos se resume todo aquello
que hace que la vida valga la pena: reír, llorar, amar, ganar, perder, luchar y
vivir. Pero lo mejor es
que Ellar Coltrane es Mason en todas las edades.
Desde 2002, Linklater reunía el
equipo y grababa las escenas durante algunos días, hasta terminar la película
este año. Es increíble el coraje de invertir en el joven actor sin la seguridad
de que 12 años más tarde seguiría siendo interesante. Pero el director fue
recompensado, porque eso es precisamente lo que sucede.
Naturalidad es la palabra clave en este largometraje. Opta por una cámara
casi naturalista, sin tonos cálidos y admira sus personajes, especialmente
Mason. La banda sonora es también una parte prominente, con canciones que van
desde "Yellow" de Coldplay, "Band on the Run" de Paul
McCartney, pasando por Blink 182, Sheryl Crow, Daft Punk, Pharrell Williams,
Foo Fighters, Wilco, Lady Gaga y más.
Además de la música, la película tiene muchas referencias a la cultura pop
en la última década, como las elecciones norteamericanas, videojuegos y libros
como Harry Potter. En este sentido, es curioso ver una película nostálgica de
la década de 2000 y el viaje por esos años del espectador junto con los
personajes.